martes, 2 de febrero de 2016

La Iglesia Interior del Santo Grial


Vitreaux abacial realizado por Jean Cocteau..................

Se trata aquí de hallar el corazón viviente de la tradición hermética, a través de la Iglesia Escondida del Santo Grial, descripta por Karl von Eckartshausen en “La Nube sobre el Santuario”. Accesible a cualquiera que asume su labor singular de sintonización auroral, acompañado de una refundición del organismo biopsíquico y espiritual a través de la vía del Soplo y de la sangre (eucaristía continua). 

“Esta Comunidad de la Luz existe desde el primer día de la creación del mundo, y su duración tendrá lugar hasta el último día de los tiempos. Es la sociedad de quienes conocen la Luz en las tinieblas, y la separan en aquello que tiene de propia. Es la escuela de los profetas y de todos los buscadores de la Sabiduría; y es a través de esta Comunidad que se encuentra la explicación y la experiencia de los Misterios. Así la Iglesia interior es una sociedad en la cual los miembros están dispersos por el mundo entero, pero a quienes un espíritu de amor y verdad vincula interiormente, y que en todos los tiempos se ocupó de levantar el Templo íntimo de la regeneración a través del cual el Reino del Paráclito es manifestado. Estos peregrinos están vinculados a través del Espíritu y su guía es la Luz del Mundo; uno de sus nombres es Iesous Xristos, el uncido por el Esplendor, el mediador plástico y solar de la Tierra.”

 Credo Alquímico
1) Me adhiero y creo en la fuerza creadora del fuego, que hizo nacer al Cielo y la Tierra, el Extensum y el Concretum, lo que es volátil y lo que es fijo.
2) Me adhiero y creo en una Luz producida por esta fuerza del fuego, dueña del universo o fuerza todopoderosa en la naturaleza.
3) Esta Luz que emana del fuego, fue recibida por el espíritu más puro y nació de la forma más pura.
4) Tuvo sin embargo que sufrir en el reino de lo impuro; fue disociada, mortificada y enterrada.
5) Entonces descendió a lo más profundo de la materia y, al cabo de tres épocas, o al cabo de tres reuniones de tres fuerzas espirituales con tres formas purificadas, se volvió a alzar, viva.
6) Se alzó hasta la perfección suprema, como fuerza de Luz brillante del fuego todopoderoso.
7) Y después de haber alcanzado esta perfección, es capaz de dar vida a todo lo que está muerto, y de perfeccionar aquello que era imperfecto.
8) Creo en el espíritu de la Luz que emana del fuego y del calor, y lo conozco.
9) Me adhiero a la santa, universal y verdadera Comunidad de la Luz, asociación de aquellos que están capacitados para la Luz.
10) Me adhiero a la abolición de las enfermedades y de la miseria.
11) Creo en la renovación de nuestro ser.
12) Creo en la felicidad suprema de la vida. Amén.

Karl von Eckartshausen


sábado, 17 de enero de 2015

14 de Enero: Elías Artista, Elisha, Elías el Verde, Athirsata.

En el día en el que algunas Iglesias gnósticas, rosacruces o hermandades herméticas afines, condensan su élan en la estela de Elías Artista, dejamos algunos textos que destilan su "biografema".




¡Que advenga el Reino de Elías Artista!,
por 
Melmothia,

"He aquí que yo os enviaré al profeta Elías, antes de que el día del Eterno arribe, ese día grande y terrible" – Libro de Malaquías, 4.

Elías Artista, figura mesiánica llamada a establecer una edad de oro de las ciencias, presente en las obras de Paracelso, igualmente conocida en sus declinaciones como Elías Athirsata, Elisha, Helia, Heliseus, Elias Artifex, Helios, etc., se invistió diversamente en los autores de las generaciones siguientes, hasta su recuperación por la Rosa+Cruz, en la que se vuelve una figura tutelar.

Elias, Reparator Omnium.
La primera mención de nuestro héroe se encuentra en Paracelso, pero el historiador Walter Pagel cree que deberíamos volver a la Edad Media para encontrar el origen de un mito que dice "está estrechamente ligado a una fuerte tradición medieval en las actividades de la orden franciscana, en primer lugar del Hermano Elías de Cortona, compañero y sucesor de San Francisco. Cuando fue depuesto en 1239, se enfrentó, entre otros, el cargo de la práctica de la alquimia. Tratados alquímicos, probablemente apócrifos, se le atribuyen. Arnaud de Villeneuve también es conocido por sus estrechos vínculos con los teólogos franciscanos y con adeptos de concepciones milenaristas y joainitas.
En Paracelso y Gerhard Dorn, su discípulo y traductor latino que ha hecho algunas adiciones, Elías Artista se presenta como un profeta cuyo reinado está destinado a inaugurar una nueva era del conocimiento.
(...)
En su principal obra metafísica, Philosophia Sagax, Elias / Heliseus ya domina la escena como un mago capaz de manifestar eventos sobrenaturales. Por otra parte Paracelso evoca una época de oro por venir durante la cual el ser humano no vivirá como bestia, pero se consagrará al estudio del "gran secreto de la naturaleza."
(...)
En los autores posteriores, Elías Artista se llamará "reparator omnium", el reparador de todas las cosas.

El Ángel de la Rosa+Cruz.
Muchas son los que considerarán a la misma Fraternidad Rosacruz como siendo ella misma el nuevo Elías anunciado. Este es el caso, por ejemplo, de Adam Bruxius, que publicó un Helias Tertius (El Tercer Elías) en 1616, en el que declara de los Hermanos Rosa+Cruz: “Los considero el Tercer Elías”.
(…)
Como subrayó Antoine Faivre: "A lo largo de las décadas el nombre de Elías Artista se utiliza a menudo para denotar no un personaje, sino más bien un conjunto de filósofos y científicos que se cree que trabajan para una renovación espiritual, religiosa, científica".
(...)
En la versión corregida y ampliada de su libro “En el umbral del misterio”, Stanislas de Guaita salpica su comentario al Prefacio de Zanoni, con alusiones a Elías Artista. Puede leerse: "¡Elías Artista! ¡Genio rector de la Rosa+Cruz, personificación simbólica de la Orden, embajador del Santo Paráclito! Paracelso el Grande predijo tu venida, oh Soplo colectivo de generosas reivindicaciones…".
Por su parte, Victor-Emilio Michelet designa a la Rosa+Cruz por la perífrasis: “Los inspirados por Elías Artista”. Para Anthony Rougier, Elías Artista es "inspirador invisible de la R+C, el genio tutelar cuyo gesto hace florecer la Rosa en los brazos de la cruz".

*** 
Descorrer el Velo de Elías Artista. 
La Rosa+Cruz como vía del despertar. 
Una tradición oral.
por
Rémi Boyer
Editions Rafael de Surtis, 2011, France. 

La Vía de Elías Artista (o el Velo de Elías Artista) es una vía directa, súbita, un desvelamiento inmediato. Bien entendida, esta inmersión Real sucede tras una propedéutica rigurosa, mistérica, una travesía por los misterios pequeños y grandes, y por los alquímicos, siendo privilegiadas las alquimias internas.
(…)
Es el resurgir de Hermes, la Reintegración de Martines de Pasqually, aun si el Sistema de éste parece muy laborioso y restrictivo en comparación con la inasibilidad Rosa+Cruz. La Cosa de Martines de Pasqually es el Espíritu Santo y asimismo el Espíritu Santo de Hély, como nos lo ha recordado en muchas ocasiones Robert Amadou. Élysée, Elías el Profeta y Hély o Rhély, designan una Vía. Constituyen una expresión de este camino hacia la Libertad Absoluta, único objetivo de nuestro trabajo, tanto como en Hiram, Christian Rosenkreutz y el Cristo, según Fernando Pessoa. Sus tres salidas de la tumba ilustran las clásicas separaciones del hermetismo entre cuerpo saturniano, cuerpo lunar, cuerpo mercurial y cuerpo solar, a través de una axialidad entre el cuerpo saturniano y el cuerpo solar, sin otro intermediario más para devenir Cristo (u Osiris, o Buda, o Shiva) en este cuerpo y en esta vida.
Hély, cuyo Elías Artista es una evocación, es una figura muy misteriosa de la tradición Rosa+Cruz. Es en efecto este Espíritu Santo que se manifiesta y se posa sobre toda la sucesión profética, es decir sobre el iniciado confrontado a cada una de sus tres muertes, y que ve más allá de ellas, con las puertas entreabiertas al Real. Hély es en realidad el Cristo, o más precisamente, el Santo Espíritu de Cristo. El Espíritu de Hély, el Espíritu Santo de Cristo, La Cosa, Elías Artista revela el Ser que Martines de Pasqually designa como el “Mesías”, el uncido, y que en las invocaciones que siguen, permite reunir la Sabiduría increada (divina), el Xristos-Sophia o la Rosa-Cristo, y la Sabiduría creada, el Cristo-Cruz.
(…)
Ulterior enseñanza de esta vía tradicional: la Gracia, el estremecimiento de Elías Artista, constituyen plenamente el Tercer Testamento caro a Joachim de Flore. El Tercer Testamento viene a completar y volver operativos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Es el Testamento del Santo Espíritu caracterizado por la Libertad absoluta, la Voluntad absoluta, el Amor absoluto.
(…)
No es falso considerar estas Tres Alianzas como metáforas de los Advenimientos tal como los sugiere Fernando Pessoa:
“En el Quinto Imperio serán reunidas dos fuerzas largamente separadas, pero que, durante un tiempo largo también, se van acercando: el costado izquierdo de la Sabiduría, a saber la ciencia, el razonamiento, la especulación intelectual; y el costado derecho, a saber el conocimiento, la intuición, la especulación mística y cabalística. La alianza de Don Sebastián, Emperador del Mundo, y el Papa Angélico, figuran este íntima alianza, esta fusión de lo material y lo espiritual. Y el segundo Advenimiento o nueva encarnación del mismo Adepto, en el que Dios proyecta su Símbolo, o Hijo, no hace más que figurar de otra manera esta misma alianza”.
 Aquí siguen, publicados por primera vez, una versión de los textos de las Tres Alianzas de Elías Artista, acompañados de algunas invocaciones complementarias, en su formulación actual. Esta Tradición oral varió su formulación al pasar de una lengua a otra, de una cultura a otra, de un siglo a otro, sin perder ni su naturaleza ni su poder de evocación ni su simbolismo alquímico, cada evocación vehiculizando un arcano. Parece, sin embargo, de origen mediterráneo, en sus ramificaciones mediorientales e influencias extreme-orientales.
(…)
Las invocaciones presentes en estas páginas se acompañan de prácticas mántricas y alquímicas. Las alquimias internas son centrales, aun si las alquimias metálicas no son obligatorias. (…) La atmósfera ceremonial queda librada a la percepción del adepto, que pone en marcha el misterio mientras se mantengan unas constantes.

Invocaciones de las Misiones de Elías Artista.
 Invocación de la Puerta de Fuego:
Que las siete corrientes del dragón último que presiden todas las operaciones de reintegración se condensen en este lugar, Templo consagrado a la gran operación deseada por La Cosa, y particularmente en este Orbe, donde el color verde recuerda aquello que todos los días está a nuestra izquierda, a una distancia de un brazo, portador de vida y muerte, la sombra tanto luminosa como oscura que nos rodea y preserva tal como el manto de Elías, nuestro Maestro Verde.
Que el poder nacido de nuestra errancia se condense en este Orbe, y se una a todos los poderes de nuestros hermanos y hermanas Caballeros/as, en sus sacerdocios respectivos, porque una es la Vía, una la Hermandad, uno es el que Mora, Aquel por el que gozamos del movimiento y la vida.
 // se agregan las siguiente invocaciones, que seguirán en otras entradas: //
Invocación Central de la Primera Alianza de Elías Artista
Invocación Central de la Segunda Alianza de Elías Artista
Invocaciones de la Tercera Alianza de Elías Artista
Invocaciones de la “Transmisión” de la Alternativa Antigua de Elías Artista: Primer Impacto (primera fecundación) – Segundo Impacto (segunda fecundación).   

***
Historia de las corrientes esotéricas y místicas en la Europa moderna y contemporánea.
Conferencia a cargo de 
Antoine Faivre 
El mito de Elías Artista
Esta figura mesiánica mítica cuya misión es la redención de la naturaleza y el conocimiento de la misma por el hombre, apareció en los textos de Paracelso (De mineralibus, et Von den natiirliche Dingen) y en el pseudo-Paracelso (Libellus de tinctura physicorum): se habla de un Elías Artista que pronto llegará a revelar lo que aún está oculto en el campo de la alquimia y de las ciencias de la naturaleza.
(…)
// Se trata de // la aparición de una nueva figura mesiánica en Paracelso y en los primeros paracelsienos (1570–1608); luego en los primeros Rosacruces y su mesianismo particular (1610-1616); luego la disminución y secularización del mito en la época de la Ilustración: "Elias Salia ", o los anagramas salinos del alquimista JH Glauber (1660/1668), y la recuperación del mito por el teósofo y alquimista Karl von Eckartshausen. Por fin, la presencia de Elías Artista en la época del ocultismo tardío (CGF Fuller, Sédir, AE Waite, Crowley, etc).

viernes, 5 de diciembre de 2014

Philip Dick, VALIS + Historia gnóstica de la Misa

La segunda parte del título apuntado en el topic pertenece al libro Ritual Gnóstico de Invocaciones Arcangélicas, de Tau Sendivogius, en su momento Obispo de la IRAG.
Ante la inminente inauguración, en la Capilla de los Caballeros Verdes y las Damas de Esmeralda, de la Misa Alquímica de los Tres Cálices, queremos dejar este breve apunte respecto a lo que puede entenderse por Misa en sentido gnóstico y teúrgico, según la tradición de las iglesias cristosofiánicas, que es un gnosticismo particular según ese avatar solilunar llamado Xristos Aggelos, Yeshu Ziwa o Cristo Resucitado, que inicia su pedagogía angélica recién tras su muerte y resurrección, tal como es indicado en la Pistis Sophia del obispo gnóstico Valentino, en el siglo III. 





















Como pertinente antesala, algunos párrafos de Philip Dick en VALIS
“Tomás había llegado a saber cómo reconstruirse después de acaecida la muerte física. Todos los cristianos primitivos lo sabían. Se logaba por medio de la anamnesis, la pérdida de la amnesia que …  Bien, según estaba planeado el sistema, cuando Tomás se sintiera agonizar dejaría una huella en el signo cristiano del pez, comería un alimento color rosa –el mismo color rosa de la luz que Fat había visto– y bebería de un recipiente sagrado mantenido en un lugar fresco, y luego moriría; y al renacer, crecería y se convertiría en otra persona, no en él mismo, hasta que se le mostrara el signo del pez.
“Había previsto que esto sucedería unos cuarenta años después de su muerte. Se había equivocado. Tuvieron que transcurrir casi dos mil años.”
(…)
“La promesa de vida eterna que Cristo hizo a su pequeño rebaño no era ninguna mentira. Cristo le había enseñado a lograrla.”
(…)
“Cristo es una forma de vida extraterrestre que llegó a este planeta hace millares de años, y que como información viva pasó a los cerebros de los seres humanos que ya vivían aquí, la población nativa de este planeta.

“Antes de ser Cristo fue Elías. Los judíos lo saben todo sobre Elías y su inmortalidad; y su capacidad de extender la inmortalidad entre otros “mediante la división de su espíritu”. El pueblo de Qumran conocía todo esto. Intentaban recibir parte del espíritu de Elías.”
(...)
“Contra el Imperio se levanta la información viva, el plásmata o médico que conocemos con el nombre de Espíritu Santo, Cristo desencarnado. Estos son los dos principios: el oscuro (el Imperio) y el luminoso (el plásmata). Cada cual contiene un componente de esos dos principios. Zoroastro lo sabía porque la Mente Sabia le transmitió la información. Él fue el primer Salvador. Cuatro han existido en total. Un quinto que está por nacer diferirá de los otros.”   
Philip K. Dick, VALIS.

***

1. Breve historia gnóstica de la misa.

En los primeros tiempos del cristianismo, la Eucaristía era celebraba en las casas de los practicantes. Se reunían los discípulos de Cristo que habían recibido la memoria de aquello que había dicho y hecho, y que deseaban testimoniar la existencia de un Cuerpo de Gloria, interior y luminoso, por construir desde aquí abajo, capaz de sobrepasar la muerte del cuerpo físico, a fin de experimentar la supervivencia y transmigración del alma: descender a los infiernos y volver a la Tierra, para reconquistar el Pleroma celeste. Esta memoria se inscribe dentro de una enseñanza y por obra de una vivificación de ciertos símbolos. La repetición del símbolo eucarístico se pasa, al inicio, dentro del contexto de los ágapes tradicionales. Luego, se empieza a distinguir el culto independientemente de la comida habitual, para asumir el carácter propiamente espiritual de la comida eucarística. Es en el curso del siglo II que las narraciones (re-citaciones) evangélicas y las diversas cartas de los Apóstoles comienzan a ser leídas durante los ágapes, comentados y discutidos en tales reuniones, de la misma manera que los textos del Antiguo Testamento, los textos apócrifos, o los textos específicamente gnósticos, según las comunidades.
(…)
Muchas modalidades gnósticas se desarrollan: ellas prolongan el culto de Mitra, que propicia también una suerte de Eucaristía.
(…)
Quien preside la celebración es quien dice la gran oración eucarística: ésta es de su creación, de su libre inspiración, siguiendo la tradición judía de la oración en la sinagoga, una tradición igualmente usual en los grupos gnósticos. El acontecimiento central de esta oración hace memoria de la Vida, la Transfiguración, el Cuerpo de Gloria, y el Pasaje del Xristos más allá de la muerte, eso que los cristianos llaman Resurrección.Entre los siglos VI y XII, el cristianismo gnóstico, o más ajustadamente, el gnosticismo cristiano, se oculta y se difunde de manera apócrifa: disimula sus ideas y sus prácticas dentro de la codificación alquímica por ejemplo. La alquimia, que jamás fue el antepasado de la química, sino una enseñanza metafísica en los medios instruidos de la química árabe, va a vehiculizar el pensamiento gnóstico, y la práctica de la transmutación propia de los gnósticos: la transubstanciación de los cristianos.
(…)
Es así que el simbolismo alquímico va a acompañar al cristianismo, apareciendo en los muros de las iglesias romanas y se expande, más tarde, en el corazón de las catedrales góticas. Así también la Alquimia, y por lo tanto la doctrina gnóstica, se va a disimular en las miniaturas iluminadas, se desplegará en las operaciones mágicas propuestas por los grimorios, en los tratados de medicina, de arquitectura, de teología, si bien de manera velada y codificada.
(…)
A veces los gnósticos participan del oficio católico, si bien entienden la misa de una manera por completo distinta. O luego, ciertos grupos, continuarán diciendo la misa de su Tradición, en secreto… 
(...)
Para que los fieles se unan en el Misterio, hace falta que cada uno sea capaz de descender a lo más profundo de sí mismo y sea capaz de descubrir ahí toda la amplitud de este Misterio. El canto debe ser un canto que proviene del interior, no debe ser jamás una simple ornamentación … Los fieles no deben responder amen a excepción de que el amen viva en ellos. Que la magia de la transmutación interior se opere. Que la magia de la transubstanciación transforme el ser enceguecido en un ser despierto, listo para atravesar la muerte. Y puede que esto no sea inmediatamente accesible, y que esto suponga un largo trabajo de investigación, de oración, de meditación, que sea necesaria una iniciación voluntaria y difícil.
(…)
El gran cisma adviene en el año 1870 con la promulgación papal  de la infalibilidad pontifical. Esta promulgación precipita el gran despertar gnóstico, que va a recorrer a todos los grupos iniciáticos y animar a las Iglesias gnósticas en dirección de una cierta visibilidad. La revista La Gnose aparece en 1908.           
(…)
En consecuencia, se trata de volver a participar del Misterio central de la misa: el Misterio eucarístico, en su forma más pura, es decir desembarazada de dogmas.
La Eucaristía es ante todo la celebración del Misterio pascual, de la capacidad humana de traspasar la muerte para atender a otra edad de la Vida: la luz, el gran Soplo, la gran Energía. La Eucaristía es primero una celebración de la belleza, de la grandeza y del esplendor, de la inmensidad de la Vida. Y esta celebración se debe vivir en una correspondencia profunda, en una puesta en vibración de todo el ser. 
(...)
El Misterio pascual muestra que es efectivamente un pasaje que se efectúa en la Eucaristía, donde el Espíritu Santo actúa directamente a través de su Soplo. Es por ello que se invoca a este Espíritu a la vez sobre las ofrendas y sobre el pueblo reunido (estas son las epíclesis) en el transcurso de la oración eucarística. Considerando el Misterio pascual, uno pasa del Jueves Santo al Viernes Santo, y por lo tanto de la Cruz a la Resurrección, que ilumina y orienta hacia el retorno del Christos. El sacrificio eucarístico es la fuente y la cima de toda la vida cristiana, ya que toda la fuerza del Fuego Celeste es infundida en la materia, en la Vida y por lo tanto en el ser. La Eucaristía es el maná cotidiano de los Sabios, el viático de todos aquellos que aspiran a alcanzar la realización divina, la santidad de los hijos iniciados de Dios. La Eucaristía es el alimento del alma, y los gnósticos saben que la absorción regular de la Sangre del Christos acaba por acrecentar el nivel de la conciencia espiritual. La Eucaristía permite a cada participante construir el Cuerpo de Gloria en las condiciones más justas y más favorables. Jamás el participante podrá disociar la Eucaristía de su Vida, de la Vida real.
El altar rosacruz tradicional cuenta, en la vertical de las reliquias, con un athanor. Desde siempre, los Maestros Rosa+Cruz sabían del verdadero poder de las operaciones eucarísticas, y cómo, durante la misa, el Fuego Celeste puede ser imantado en la materia, y que por lo tanto es capaz de transformar, por su sola fuerza, los elíxires, y de transmutar las sustancias densas en completamente aéreas. Los Maestros Rosa+Cruz, sacerdotes, y en consecuencia maestros alquimistas de la Vía Sacerdotal, saben que el participante debe comulgar cotidianamente con el Spiritus Mundi, el gran Soplo, el Archaeus, es decir, que él se nutre de la energía divina. Es una forma de instrucción de la Gnosis, o de Conocimiento, que es transmitida por la presencia del Christos, bajo la forma del participante que es investido, bajo la forma del Verbo proclamado, y bajo la forma del pan y del vino consagrados. El Christos, en efecto, se hace particularmente presente, bajo la apariencia de este pan y este vino. Decimos que este es el gran sacramento, ya que podemos concebir no sólo la Presencia bajo una forma intelectualizada, sino de sentirla, y asimismo verla. Es una transformación mágica que se opera cuando cada participante del gran Misterio, capta de golpe, al mismo tiempo, que toda la Vida es transfigurada.
(...)
La absorción material de la hostia humedecida en el vino, transubstanciados, permiten al genuino participante del Misterio de la Presencia, asimilar realmente las fuerzas divinas, las fuerzas de la conciencia cósmica. Si el participante día tras día, a través de un trabajo solitario de descenso interior, de distanciamiento del plano de la materia tangible, y de todos los fenómenos de poder y egocentramiento, se deja llevar enteramente por las fuerzas eucarísticas, él sigue inevitablemente una auténtica transmutación haciendo posible la emergencia del Despertar. Este Despertar, es la conciencia crística activa, que hará nacer, dilatar y florecer en el corazón del hombre, el alma espiritual, vestida de su Cuerpo de Gloria radiante. Y este Cuerpo de Gloria que va a permitir traspasar la muerte física, permitirá al alma espiritualizada cruzar el pasaje, sobrevivir, sobre otro plano, y poder reintegrarse al Pleroma. 
Por la Eucaristía el participante absorbe una carga energética considerable, él ingiere una potencia vibratoria, un verdadero elixir de vida. Es un fragmento de la piedra filosofal de los viejos alquimistas, de esta piedra formidable capaz de transmutar el ser entero, progresivamente, o a veces instantáneamente, y transfigurarlo más allá de la Luz … Y es este participante, monje paciente, explorador de todos los Misterios de la profundidad crística, quien podrá, en un extraordinario viaje de amor, entar en una confiada relación con las luces arcangélicas … 

Tau Sendivogius. 

jueves, 28 de agosto de 2014

Ora eth Labora de la IRAG en Buenos Aires

Obra de Hildegarda von Bingen
Iglesia Rosacruz Apostólica Gnóstica en Buenos Aires

Coincidente con las labores de la Casa Athanaton Soma (OAS), la Orden Martinista de los Caballeros de Cristo y el Colegio Esmeraldino, la Capilla de los Caballeros Verdes de la Iglesia Rosacruz Apostólica Gnóstica, invita a iniciados y no-iniciados a co-celebrar sus Oficios Místicos, basados en un Sacramentario y en unos Misales de sesgo teúrgico-alquímico, según la sucesión gnóstica.

El misterio de la efusión eucarística pertenece a la tradición alquimística del planeta, a partir de cierta instancia en el desarrollo del esoterismo de las religiones y cultos (sean orientales, mediorientales, occidentales o nativo-chamánicos). Esta tradición se transmite a través de ciertos Oficios Místicos, como son los Misales de procedencia gnóstica no-romana. Así y todo, la Misa romana es la más completa y ajustada expresión, en cuanto mera mecánica teatral-exoterizante, de un trasfondo alquímico y teúrgico fácilmente rastreable. Ese trasfondo, en las iglesias de sesgo gnóstico y rosacruz, sube de nuevo a la superficie, y se constituye en su materia prima y operación central, que es la celebración y asunción colectivas de la transfiguración o transmutación alquímica = la asunción ritual, por parte de los co-celebrantes, de la Presensia del Cuerpo de Luz  = del embrión solar, en todo lo que existe, según la efusión alquímica del Xristos-Agathodaimon en la Tierra (y en la tierra de cada quien, sobre todo). El pan, el agua, el vinagre y el vino, son, en este sentido, la materia prima anterior del laborat alquímico de la Vía Sacerdotal gnóstica, co-presente a cada uno de los celebrantes, y no sólo co-presente al Sacerdote / Sacerdotisa. 

La sucesión apostólica de las iglesias cristianas y católicas no-romanas (son más de cuarenta denominaciones autocéfálas, hasta en India y China), implica que sus Obispos fueron ordenados por otros Obispos según la sucesión emanada de los apóstoles. Sin embargo, hay Obispos que en su momento dieron lugar a cismas y autocefalías fuera del linaje de Roma, sin que ésta pudiera declarar sus Ordenaciones inválidas, ya que el poder de consagración sacerdotal y episcopal lo otorga el Espíritu Santo –lo admite la propia Iglesia de Roma– y no la Iglesia Católica ni otro Obispo. Los Obispos disidentes, entonces, pueden ordenar válidamente a otros Obispos, Sacerdotes y Diáconos (ya que retienen su poder consagratorio), si bien se declararán excomulgados de la Iglesia de allí en más. Por este motivo hay tantas sucesiones apostólicas válidas no-romanas, y de allí que la Iglesia Rosacruz Apostólica Gnóstica sea una de estas sucesiones válidas, si bien autocefálica.

La explosión de Iglesias Gnósticas con sucesiones apostólicas legítimas, se acelera exponencialmente durante el siglo XX, gracias a las decenas de Obispos independientes y libres (Episcopus Vagans) que viajan por el mundo propiciando estos linajes autopoiéticos de la gnosis alquímico-eucarística, con sus sacramentarios particulares.        

Esta Iglesia celebra oficios de diversos temperamentos, que podrían clasificarse como exotéricos-mesotéricos y mesotéricos-esotéricos. Al primer tipo pertenece, por ejemplo, el Sacramento del Matrimonio o Boda Gnóstica, que esta Iglesia ofrece a quien lo desee. Y como aquí –al igual que en cualquier iglesia gnóstica–, no se supervisan los actos de los demás desde un cánon moral-estatal ni moral-religioso, se ofrece el Sacramento de la Boda Gnóstica como oficio singular de su tradición, a toda persona de cualquier religión o de ninguna, sin distinción de orientación sexual. El matrimonio heterosexual u homosexual es indistinto a los fines de su ejecución. Y el Sacerdote que consagra esa boda alquímica lo hace desde una sucesión apostólica humana y desde una efusión espiritual no-humana, como la de cualquier otro Sacerdote, romano o no-romano, con la distinción de que no representa: su Oficio se zambulle de lleno en el mesoterismo alquímico: labora con elementos discretos pero operativos de teúrgia y alquimia. Y, como es sabido desde sus inicios mismos, la alquimia es el arte matrimonial por excelencia.

Esta Iglesia además, entre otros oficios mesotérico-esotéricos, ofrece el Sacramento de Bautismo que responde a los modos antiguos del mismo, según su doble operatividad acuático-fueguina (agua bendita, santos óleos), con la bendición / "apertura" de diversos centros o ruedas en el aspirante. 
De allí en más puede seguirse o no la vía iniciática de las Órdenes Menores y Mayores: Tonsura – Portero – Lector – Exorcista – Acólito – Sub-Diácono – Diácono – Sacerdote – Obispo. Tantos las Órdenes Menores como las Mayores pueden ser recibidas por mujeres. El celibato sacerdotal no se practica en ninguna de las vías eclesiásticas gnósticas, así como en la gran mayoría de las iglesias no-romanas. Casados y casadas, juntados y juntadas, en la mayor parte de los casos.   

La variedad de Misas Eucarísticas que ofrece esta Iglesia contempla oficios esotéricos como la Misa Alquímica de los Tres Cálices, oficios teúrgicos generados exclusivamente para Sacerdotes y Obispos, y algunos otros maravillosamente medievales, como la Misa Antigua del Ritual Mozárabe, o incluso otros de sesgo alejandrino, como la Misa Copto-Ortodoxa. Todas ellas celebradas en una atmósfera de asunción teúrgica o de contacto efectivo con la Gran Circulación del Eth.

Asimismo se realiza en esta Capilla el Oficio de Sanación con los Santos Óleos, que sencillamente apunta a purificar los cuerpos sutiles de quien solicita el servicio, y que en el nombre (o vibración) del Santo Elemento, aspira a realizar su labor, con los óleos como catalizadores de la efusión de Fuego Celeste.

Periódicamente, según ritmos estacionales específicos, se siguen protocolos de convocatorias arcangélicas a través de rituales de la Iglesia Rosacruz, que siguen los mismos fines purificatorios y curativos mencionados antes, en su sentido alquímico no-parroquial ni médico, sin necesidad de padecer enfermedad clínica alguna para participar de ellos.

Dejamos a disposición de los seguidores de este blog el contacto de correo de María Lys, en el área del perfil del blog, para participarnos de su deseo de asistir a estos Oficios en la Capilla de los Caballeros Verdes, concertar una Boda Gnóstica o Bautismo, Oficio de sanación, etc.
Como en cualquier Iglesia la gratuidad de los Oficios y Sacramentos es sine qua non.

I.N.R.I.




        

lunes, 21 de julio de 2014

Surrealismo y Martinismo

¡Lee Miller, Ady Fidelin, Leonora Carrington, Nusch Eluard!

// El siguiente artículo, "Surrealismo y Martinismo", es una traducción de "Surrealisme et Martinisme", escrito por el GM de la OMCC (Ordre Martiniste des Chevaliers du Christ) y Patriarca de la Eglise Rosicrucienne Apostolique et Gnostique, Rémi Boyer. Se publica en este blog con su autorización, al que seguirán otros artículos de su autoría, vinculados a estos y otros devenires Arte del arte y viceversa... //  


Surrealismo y Martinismo

Rémi Boyer
–artículo publicado en la revista Superior Desconocido, nº6–


Superior Desconocido. Dos palabras que evocan un misterio cargado de historia; dos palabra que, lado a lado, unidas por ese intervalo, por ese vacío, devienen un símbolo poderoso y un mito creador, mito que anima notablemente, pero no excluyentemente, la corriente martinista.
Pero, ¿cómo estas dos palabras podrían convertirse en el título de la revista surrealista editada por Sarane Alexandrian?, es la primera pregunta que se le plantea al espíritu de un martinista. Recordemos la razón de esta elección. Sarane Alexandrian, cuando lo contacté la primera vez, explicó:
Es André Breton, por consejo de Jean Paulhan, quien en 1948 decide titular Superior Incógnito (o Desconocido) la primera revista surrealista de posguerra, que habría de editar Gaston Gallimard. Por medio de André Breton este término magnífico podía ser desprendido de su contexto martinista y designar el objetivo ideal de la exploración poética por venir.
Este proyecto, en razón de las luchas internas del grupo surrealista, no vió el día como estaba previsto. Casi cincuenta años más tarde, retomamos el título: este mismo título eternamente moderno, como una expresión de nuestro fin de siglo, en el que los escritores y los artistas habrán de unirse para buscar la nueva gnosis.
Pero de hecho, ¿qué es el martinismo? Esta podría ser la primera cuestión planteada por un surrealista a un martinista, cuestión que no será diferente a este señalamiento de André Breton[1]: “Démonos cuenta, pero de una vez, de estos que han hecho lugar a la principal interrogación del ser humano. ¿De dónde viene que usted nos pase las imágenes de Epinal, retratando la historia indiferente de vuestros reyes y, todavía más pálido, las tribulaciones de vuestra desgraciada Sorbona? Suficiente de historia básica, ¿qué nos escondes? El gnosticismo, su parte maldita, que sigue existiendo hoy si dicho rápidamente. Sin siquiera ir tan lejos, usted ha decidido llevarnos al destino de André Chénier: insensibles. Lo que nos interesa es saber al mismo tiempo de dónde vino y quién será Martines de Pasqually. Aún más cerca lo vemos mentir claramente sobre Renan: ¿y por qué permanece mudo respecto a Saint-Yves d'Alveydre? Basta de necedades".
Para responder, démosle la palabra a Robert Amadou[2], Superior Desconocido si los hay:

“El término martinismo recubre diversas significaciones:

1- Martinismo designa en primer lugar el sistema de teosofía compuesto por Louis-Claude de Saint-Martin[3], y expuesto en sus obras. Un martinista es por lo tanto aquel que recibe el sistema a fin de estudiarlo y practicarlo.

2- Martinismo designa la doctrina de Martines de Pasqually[4], y los “martinistas” devienen entonces, como corolario, los Elus Cohen. La yuxtaposición de este sentido al sentido precedente, se explica claramente por la homonimia parcial de “Saint-Martin” y de “Martines”, y por los vínculos personales, doctrinales y sociales, tanto imaginarios como reales, de los dos iluminados. En este segundo sentido, “martinesismo” y “martinesista”, impiden el equívoco.

3- Martinista designa la Orden de los Caballeros Benefactores de la Ciudad Santa, y, más generalmente, el Rito Escocés Rectificado[5] y, “martinista”, designa al miembro de estas organizaciones, ya que Willermoz los ha situado dentro del movimiento del martinismo y muchos fueron, alrededor de Willermoz y comenzando por él mismo, los Elus Cohen que pertenecieron a aquellas dos organizaciones.  

4- Martinismo designa la Orden Martinista de Papus[6], una de las Órdenes martinistas derivadas de aquellas. "Martinista" será entonces un miembro de una Orden Martinista. Este sentido se explica formalmente por el calificativo mismo que las así llamadas órdenes martinistas eligieron y, básicamente, porque ellas se reclaman de Saint-Martin y reivindican velada (Papus) o expresamente (Bricaud), una filiación Cohen".

No nos detendremos aquí en la historia, rica y compleja, del martinismo en la francmasonería o fuera de la francmasonería. El lector interesado puede referirse a los abundantes libros sobre el tema y a las revistas La Iniciación y El Espíritu de las Cosas, especializadas en el campo de martinismo y de la F:. M:.; preferimos tratar brevemente sobre el martinismo hoy.
Gracias al trabajo de muchas personalidades de la escena masónica y ocultista, incluyendo a Philippe Encausse, el hijo de Papus (seudónimo éste de Gerard Encausse), Robert Ambelain, Robert Amadou y Raymond Bernard, el martinismo florece, primero en Francia y luego en Europa, y por fin en todo el mundo. Es floreciente tanto en el seno de la francmasonería a través del Rito Escocés Rectificado, como en los círculos herméticos y ocultistas donde el martinismo sigue siendo un vehículo privilegiado de la gnosis, y en la Universidad, donde se convierte en tema de disertaciones y tesis[7]. La influencia de Saint-Martin viene creciendo desde hace dos siglos y testimonia la aspiración a un cristianismo tradicional que sigue siendo en gran parte desconocido.

Esta corriente teosófica tiene dos cabezas, Martines Pasqually y Louis-Claude de Saint-Martin, que han generado dos cuerpos espirituales, uno al que se llama externo, otro al que se llama interno, y que a veces algunos oponen equivocadamente. Con Martines de Pasqually, es a través de una teúrgia muy elaborada que el sacerdote elegido reconcilia ángeles y arcángeles en vistas a su Reintegración al lugar que les es propio. Con Saint-Martin es a través de una teúrgia interiorizada y un despojamiento llevado al extremo, gracias al cual, a través de la ayuda de Cristo, el hombre de deseo deviene el hombre-espíritu. De estos dos cuerpos, es el segundo el más extendido, sin jamás separarse completamente ni definitivamente del primero. Pero si las formas parecen tan diferentes a los ojos profanos, se trata de la misma ascesis, ascsesis crística o cristiana, dirán aquellos que quieren marcar la diferencia entre el cristianismo exotérico, criticado y criticable, del cristianismo esotérico, y se hablará entonces, impropiamente, de hermetismo cristiano, aunque esta expresión exprese perfectamente lo que es hoy el martinismo, si bien se lo expresaría mejor como gnosis cristiana.

El martinismo contemporáneo se presenta como un espacio tradicional que ofrece al buscador la libertad y la flexibilidad necesarias a la Aventura que representa la Búsqueda incondicional del Ser. Muchos martinistas se interesan poco en Martines y Saint-Martin, pero buscan en las logias martinistas la libertad, la apertura de espíritu, que desde hace tanto tiempo la francmasonería no sabe ofrecer mas que excepcionalmente. De una orden martinista a la otra, de un ritual a otro, el martinista encuentra siempre esta atmósfera propia del martinismo y, de manera sorprendente, esta presencia indecible e indefinible, que por los misterios de S e I, las dos iniciales del Superior Incógnito (o Desconocido) manifiesta La Cosa. La Cosa, nos dice Robert Amadou, es el gran asunto de los Elus Cohen: “No hay una pauta de definición, y los contextos en los que La Cosa es mencionada son muy diferentes para restringir esta definición con claridad. La palabra Cosa es francesa, y no revestirá en este caso, la doble acepción a la que induce la proximidad fonética de las dos palabras en lengua castellana (que Martines recuerda de vez en cuando): cosa y causa. La Cosa martinesista es a la vez la causa final y eficiente de la aventura generada por Martines y sus seguidores, grandes y pequeños, quienes trabajan por la reconciliación y la reintegración. Ella es la causa a la vez final y eficiente de la reconciliación y de la reintegración”.

El martinismo probablemente debe su vitalidad a dos elementos: por una parte la masonización de sus rituales que ha permitido asegurar su perennidad y su extensión, preservando su doctrina dentro de una estructura cargada de historia y apta para integrar y preservar el simbolismo propiamente martinista (máscara y capa). Y por otra parte, el principio de los iniciadores libres que permite la supervivencia de la corriente en los períodos hostiles (guerras o dictaduras) bajo la forma de linajes. Aquí un extracto significativo de un ritual de iniciación al grado de Iniciador[8]:  
"Por esta última razón, el Iniciador tiene la obligación de suspender toda relación iniciática con uno de sus Iniciados, tan pronto como éste se convierte en Iniciador. El crecimiento de la Orden es entonces análogo a la difusión celular por segmentación: una célula no contiene a otra más que por un tiempo muy corto. La célula-madre se divide, dando nacimiento a las células que, ellas mismas, a su tiempo, se convierten rápidamente en células madres. La Orden de Superiores Incógnitos o Desconocidos, se organiza a fin de permitir una mayor independencia a cada uno de sus componentes, manteniendo al mismo tiempo el más alto nivel de cohesión de todas sus partes. La Libertad Humana nunca debe ser restringida, y la Orden trabaja siempre bajo el consentimiento libre y absoluto de los miembros que se reúnen para un trabajo particular.
“Las ventajas de una organización de este tipo son considerables y sería inútil enumerarlas todas. La más importante y principal es la absoluta libertad dada a cada uno de sus Miembros para desarrollar por sí mismo las enseñanzas de la Orden, de acuerdo con sus propias aptitudes y preferencias científicas, filosóficas, metafísicas, sociales, etc”.

Actualmente las logias martinistas albergan muchos investigadores de cualquier tendencia, dentro de los que un número significativo se siente próximo al movimiento surrealista, al Gran Juego[9], o también a un Guy Debord, si está interesado en el arte contemporáneo, con respecto al que percibe su cercanía e intimidad, en tanto que la Búsqueda reside principalmente en una forma de interrogación del mundo y su representación, cuestión ésta que se sostiene si el iniciado se vuelve él mismo creativo, actor, director y espectador de su propio espectáculo, investigaciones que son asimismo las del artista. El artista, como el loco de dios, sabe en su carne y en su espíritu que, para retomar el primer axioma de la semántica general de Korzybski[10], el mapa no es el territorio.

Hubo un tiempo en el que los hermetistas y los miembros de los movimientos de vanguardia estaban cerca, y a veces eran lo mismo; estos tiempos abrieron espacios de gran creatividad, de don y de gratuidad, donde el placer y la emoción espiritual sirvieron a la belleza y a la ética. Es de destacar también que la Tradición, en su acepción más estricta, puede reconocerse a sí misma en los movimientos de vanguardia, y esto teniendo en cuenta que el proceso de iniciación, como la presencia creativa de la vanguardia, exigen una ruptura total con toda representación para alcanzar el intervalo, la ruptura, donde el Ser, en su desnudez, en su poder crudo, puede aparecer tal como es, libre, incluso de la liberación, como bien lo ha mostrado Nikos Kazantzakis.
Actualmente somos cada vez más numerosos los que llamamos a una nueva alianza entre los hijos e hijas de Hermes y los aventureros del arte, todos funámbulos de la vida, a fin de atravesar este agitado fin de milenio.  

Para concluir, he aquí el testimonio que nuestro amigo Robert Amadou  amablemente nos confía:
"Aquí está, querido amigo Rémi Boyer, el testimonio que de buena gana quisieron recoger por escrito para citar.
“En 1955 cenamos en una noche de invierno, cinco o seis personas, entre ellas un alquimista y uno o dos miembros del grupo surrealista del entorno de André Breton, en el restorán chino del pasaje de La Opera. La conversación se centró casi exclusivamente en lo esotérico, como la moda quiere que lo llamen hoy en día, pero nosotros también lo denominamos –mejor– ocultismo. Al esoterismo por lo tanto, Bretón le hacía entonces cada vez más caso. Se alegró de que mi Torre de Saint-Jacques reprodujera, de alguna manera, aquella de Nadja. El investigador del oro del tiempo mantuvo, sin embargo, su hostilidad hacia el cristianismo, y varias veces durante la noche lo manifestó, fiel a sus convicciones, pero respetuoso de los presentes que no compartían la perspectiva. El cristianismo revisado por Breton era, de hecho, el catolicismo romano y francés de la segunda mitad del siglo XX, en la estela de aquel del siglo XIX.
“Al salir del lugar, le dije a André Breton, cara a cara: "Si usted lee a Clemente de Alejandría sabría de otro cristianismo, la verdad, y por lo tanto lo juzgaría de otra manera". Breton me respondió en la cara, con una gran calma y sin vacilar: "Es muy posible que tenga razón, pero ya es demasiado tarde." Nos levantamos y se despidió, muy cordialmente. No puedo garantizar textualmente el intercambio, pero el fondo es exacto.
“La cortesía de Breton, además de las exigencias de una defensa o de un ataque vitales, fue perfecta, ejemplar. La filosofía nos acercó, a falta de una teología (o más bien de una teosofía que se analiza, si fuera el caso, en filosofía y teología). Mantuve y mantengo una admiración enorme y respetuosa por sus pensamientos, por su trabajo, por su ser. Me testimonió una simpatía a través del polvo por el cual, me escribió él, secaba la tinta de sus letras.
“Como no hay nada más ajeno a él que la hipocresía, la respuesta de André Breton citada anteriormente, a mi manera de ver, estaba desprovista de toda provocación, y esta amable contestación concedió, me parece, alguna realidad al sueño, que por ensoñar toda lógica, no rechazaría las ideas cristianas análogas al surrealismo.
“Todavía creo que este re-encuentro analógico fue evitado por Breton, a pesar de sí mismo, debido a las circunstancias y los errores respecto a la realidad de lo surreal. Sé también que este re-encuentro establece la gnosis perfecta, con un tono particular, que conjuga ortodoxia y esoterismo. Pero si mi propósito fue explicado hasta este punto, ¿André Breton, se habría resistido a tratarme, por otra parte, de "pregonero de Dios?”


// Próximamente Metafísica e Iniciación, del mismo autor //





[1] La lámpara en el reloj, Paris, Robert Marin, 1948, p.57-58.
[2] Robert Amadou es el gran especialista universitario del martinismo y de Louis-Claude de Saint-Martin, quien ha permitido la edición de obras mayores y la publicación de numerosos inéditos. Fundó en 1992 el Centro Internacional de Investigaciones y Estudios Martinistas, BP 08, 58130, Guérigny, que publica la revista El Espíritu de las Cosas.  
[3] Louis-Claude de Saint-Martin (1743-1803), llamado el Filósofo Desconocido, teósofo y gran escritor masónico.
[4] Martines de Pasqually (1727-1774), funda la Orden de los Caballeros Masones Elus Cohen del Universo. Su doctrina se expresa en su Tratado de la Reintegración de los Seres, la última edición completa, a cargo de Robert Amadou, 1995, Diffusion Rosicrucienne.
[5] Uno de los principales ritos masónicos y probablemente el más consistente de todos, lo integran los Caballeros Benefactores de la Ciudad Santa, fundado por Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824) desde el sistema de la Estricta Observancia Templaria.
[6] Su nombre real Gérard Encausse (1860-1916), fundador, con el Conde Stanislas de Guaita, de la Orden Martinista y de la Orden Cabalística de la Rosa-Cruz.
[7] Robert Amadou consiguió hacer entrar a Saint-Martin en el corpus de obras filosóficas en lengua francesa de la casa Fayard, con el título Controversia con Garat, precedido de otros escritos filosóficos.
[8] Ritual de la Orden Martinista establecido por Teder, 1913.

[9] Para aquellos interesados ​​en el Gran Juego, todavía hay algunos ejemplares del número especial de El Original, consagrado al Gran Juego en 1977-1978. Escribir a El Original, 25 Rue Saulnier, 75009 París.
[10] Alfred Korzybski (1879-1950) brillante inventor de la Semántica General, cuya principal obra Ciencia y Cordura pronto estará disponible en francés.